Nueva Ley del Cine y Arte Audiovisual Boliviano

Bolivia ha dado un paso fundamental hacia la consolidación de su cinematografía al promulgar la nueva Ley del Cine y Arte Audiovisual Boliviano.

La nueva Ley promulgada por el presidente Evo Morales fue presentada la noche del 20 de diciembre de 2018 en un acto celebrado en la Casa Grande del Pueblo con un respaldo institucional del más alto nivel.

Es una Ley que ha sido redactada “en un 99% por cineastas bolivianos”, según destacó el vicepresidente del país Álvaro García Linera durante el acto de promulgación en la Casa Grande del Pueblo.

El día en que fue aprobada por unanimidad en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), la ministra de Culturas y Turismo Wilma Alanoca dijo que era “histórico”, puesto que la Ley pondrá a disposición de los realizadores diversas fuentes de financiación provenientes de exhibidores, distribuidores, el Tesoro General de la Nación, donaciones y fondos de cooperación internacional.

La Ley establece la creación de un Fondo de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Boliviano destinado al desarrollo, la producción y la postproducción de obras audiovisuales. Dicho Fondo será administrado por la nueva Agencia de Desarrollo del Cine y Audiovisuales Bolivianos (Adecine), que remplazará al antiguo Consejo Nacional del Cine (Conacine).

“Lo importante es la creación del Fondo”, recalcó el vicepresidente García Linera. Además, la Ley incluye “un decálogo de medidas para fomentar el cine y el arte audiovisual boliviano, cuotas de pantalla y porcentajes de nuestra producción cinematográfica y audiovisual que se debe exhibir en las salas del cine”, añadió.

El Fondo de Fomento estará destinado también a la investigación cinematográfica y audiovisual, así como a la formación de productores, directores, guionistas y demás profesionales del sector.

La nueva Ley crea también un marco de protección para los derechos de autoría de los creadores audiovisuales, de regulación de las licencias de filmación y de registro de películas nacionales y extranjeras para su distribución en el país.

En suma, una puesta al día de los nuevos desafíos que le esperan al cine iberoamericano en el panorama internacional y a la vanguardia del continente en materia de legislación audiovisual.

La promulgación de la Nueva Ley no podía haber ocurrido en mejor momento para el cine boliviano. En 2018 se estrenaron alrededor de 15 películas realizadas en el país, cifra no sólo inédita si se la compara con los últimos años de la muy talentosa cinematografía boliviana, sino incluso digna de llamar la atención frente a otras cinematografías más consolidadas.

Entre los títulos estrenados a lo largo de este 2018 destacan, por ejemplo, Averno, de Marcos Loayza; Søren, de Juan Carlos Valdivia; Lo peor de los deseos, de Claudio Araya; Eugenia, de Martín Boulocq; Muralla, de Gory Patiño; Ukamau y ké, de Andrés Ramirez; Wiñay, de Álvaro Olmos; Viernes de soltero, de Tonchy Antezana; El río, de Juan Pablo Richter; Algo quema, de Mauricio Ovando; Fuertes, de Franco Traverso y Óscar Salazar Crespo; o Sirena, de Carlos Piñeiro, entre otros.